Tal vez no sea el paraíso que hubiésemos imaginado,
en algún otro mundo.
Quizá tampoco lo sea para los pequeños, amor.
Igual acá estamos.
Llorando, riendo, gritándole al cielo
por una respuesta que, lo más probable, nos deje
tan vacíos como no tenerla.
Sea como sea,
eres el sol entrante mi ventana
a primera hora.
El café perfecto al comenzar.
Espero con ansias cada mirada que
viene de ti,
y la ternura que traes rozando mi espalda.
Al parecer,
me pasó días a la vez
soñando despierta, cariño.
El momento
en que diseñemos nuestra familia,
y nos unan ante los ojos de Dios.
Rey de mi corazón serás por siempre.
De mis manos, mi pecho, mis ojos, mi cuerpo, pensamiento.
Quisiera darte lo que no tengo;
la luna que me pidas. Y así será siempre.
Seré compañera,
esposa,
tu dulce de coco,
Tu paraíso privado.
— A.M. Sención
01.15.2022
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