Un momento inesperado, e inoportuno tal vez, también.
Igual, no dejo de pensar en él.
No lo conozco,
y a la vez
Ha vivido más que esta vida conmigo
Nos conocimos por el río
En la parada de un tren
En el estreno de la sinfonía Española.
No le gustó.
Y siempre demasiado lejos de mí.
Pero en el silencio que dominó esas noches,
sorprendentemente delicado,
encontramos un sanctuario
de algo que no entiendo del todo.
Lo que sí entendí fueron las cartas no escritas,
las flores, y la forma en que él quedó perfectamente
grabado en mi memoria.
¿Será su corazón igual que el mío?
Me dijo que si podía amar,
Y le creí.
Le creo.
Y me pregunto por qué me lo habrá corregido tan firmemente.
Como si hubiese pensado lo contrario en algún otro momento.
Lo presentí al tocar su piel,
y no supe cómo descifrarlo.
Pero me intriga,
Y me atrevo a decir que lo quiero más por eso.
No me lo quiere decir, y se lo entiendo.
Pero con ternura es en la única forma en que se tratar,
y ansiosamente espero que sea suficiente para atar
mi corazón al de el.
— A.M. Sención
04.07.2025
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